Polonia, situada en Europa Central, es un país con una historia rica y compleja que se refleja en su arquitectura, arte, tradiciones y cocina. Desde sus bulliciosas ciudades hasta sus impresionantes paisajes naturales, Polonia ofrece una experiencia diversa y cautivadora para los viajeros.
Varsovia, la capital polaca, es un crisol de historia y modernidad. Reconstruida meticulosamente después de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad combina monumentos históricos como el Castillo Real y el Palacio de la Cultura y la Ciencia con vibrantes barrios modernos y una animada escena cultural.
Cracovia, la antigua capital real, es un tesoro arquitectónico con su impresionante casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La cercana mina de sal de Wieliczka y el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau son lugares históricos que ofrecen una perspectiva conmovedora de la historia de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial.
Los paisajes naturales de Polonia son igualmente impresionantes, desde las montañas de los Cárpatos en el sur hasta los lagos masivos de Mazuria en el noreste. El Parque Nacional de Bialowieza alberga el último bosque virgen de Europa y es el hogar de la emblemática bisonte europea.
La cocina polaca es reconfortante y sabrosa, con platos tradicionales como pierogi (empanadas rellenas), bigos (guiso de carne y col), zurek (sopa agria) y oscypek (queso ahumado de montaña). La cerveza y el vodka polacos también son famosos y disfrutados por locales y visitantes por igual.